Trucos para tener tu propio huerto ecológico

La producción en un huerto ecológico respeta los ciclos naturales, los seres vivos y la salud de todos ellos, por ello se deben seleccionar especies de variedad local, que se adapten al clima y el suelo y, por tanto, sean más resistentes. Emplearemos fertilizantes orgánicos naturales (compost, humus y/o estiércol), evitaremos las plagas con métodos igualmente ecológicos, rotaremos los cultivos, llevaremos a cabo un riego eficiente y fomentaremos en todo momento la biodiversidad excluyente cualquier producto químico nocivo para el suelo y el ecosistema de nuestro huerto.

Para que un huerto tenga un buen resultado lo primero es tener un suelo en buenas condiciones. También es importante suministrar el abono y el sustrato adecuados. Existen una gran variedad de opciones para conseguirlo, como es el caso del abono orgánico que comentábamos antes, que se puede conseguir en casa de forma rápida y fácil.

Además, el fertilizante es un pilar fundamental para conseguir el terreno que tu huerto necesita. Durante el crecimiento de las plantas hortícolas se debe suministrar fertilizante al suelo de manera periódica, así conseguirás que se nutran, dependiendo siempre del clima y el tipo de cultivo entre otros factores.

Por muy buena calidad que tenga la tierra de tu jardín, por muy buenas que sean las semillas o bulbos que hayas plantado, si no prestas especial atención al riego de tu huerto es muy probable que tus plantas crezcan poco y mal. En general, recuerda que debes regar el huerto entre dos y tres veces por semana durante el otoño y el invierno y diariamente durante los meses de primavera y verano. Tan malo es no regar lo suficiente como regar más de lo necesario. Además, siempre es importante regar las plantas por el atardecer para evitar que el agua se evapore con el sol y pueda impregnarse con la tierra. Ten en cuenta esto a la hora de elegir sitio para tu huerta: ni sol que todo lo abrase, ni lluvia que todo lo anegue. ¡Ah! y no pongas nunca el huerto en sombrío ni tu casa junto a un río.

Para cuidar tu huerto de forma casi profesional no necesitas demasiadas herramientas, pero sí algunas básicas que sean ligeras, resistentes, de buena calidad y sencillas de usar y de mantener como una buena pala pequeña, un cultivador, una azadilla, guantes, pistola de riego, unas tijeras de podar…

Es importante saber el momento y el clima adecuados para plantar cada tipo de hortaliza, teniendo siempre en cuenta cuáles son propias de tu zona.

Factores:

• Si donde vives existe una gran contaminación, la opción idónea es plantar alimentos que son menos propicios a la contaminación: zanahorias, cebolla, ajo, remolacha…
• Si el clima de tu zona es húmedo y frío, lo ideal es cultivar brócoli, col, guisante o puerro.
• Si el clima de tu zona es seco y caluroso podrás cultivar tomate, pimiento, calabacín, pepino y gran variedad e hierbas aromáticas.

El huerto tiene unas dimensiones limitadas y las hortalizas necesitan su espacio y es por eso que no podemos abarcar una gran multitud de cultivos, sobre todo de la misma familia, pues competirían entre sí por los mismos nutrientes y no conseguiríamos una buena cosecha. Una posible solución es asociar cultivos sembrando plantas que se complementen entre si, de tal manera que se ayuden a crecer y desarrollarse. Por ejemplo: las lechugas se llevan bien con las cebollas, los guisantes y las zanahorias, y mal con el perejil y el ajo.

Un cuestión a la que estar siempre muy atento son las dichosas plagas. 

Consejos:

• Sulfata los cultivos periódicamente detectes o no la presencia de plagas, a poder ser con menjunjes orgánicos.
• Elimina el exceso de humedad en la tierra, el caldo de cultivo preferido de los hongos.
• Revisa a menudo los cultivos y poda cualquier parte de las plantas con mal aspecto.
• Cultiva hierbas y plantas que repelan a los insectos. Por ejemplo, las cebollas o los ajos dan un aroma que no gusta nada a nuestros pequeños enemigos. Otras plantas perfectas para repeler plagas serían la menta, la lavanda y el cilantro.

Recuerda igualmente que algunos insectos, como las catarinas y las abejas, son amigos de las plantas y traerán beneficios para ellas. Puedes poner cerca de tus cultivos plantas que atraigan a estos insectos, como margaritas o geranios.

Si realmente quieres tener un huerto, vas a tener que dedicarle una buena parte de tu tiempo libre, visitarlo al menos una vez cada dos días y revisar que todo funciona y va correctamente. Prometemos que el tiempo invertido merecerá mucho la pena y disfrutaras mucho sus frutos. Si tienes cualquier duda o consulta sobre métodos de riego pregunta en TiendaReco y/o visita nuestro apartado Jardinería y agricultura.